Una Mañana En Madrid A Todo Tango

Mis ojos argentinos y rioplatenses, y mis percepciones con idéntico pasaporte, hubieran preferido encontrar un altar llamado TANGO. Por una sencilla e indiscutible sensación (¿también realidad?): el tango es universal. Creo que lo fue, lo es y lo será. Pero no. Los ejecutivos franceses no piensan como argentinos o rioplatenses. Es natural que así sea.

Pasar por FNAC de Madrid, una de las sucursales españolas de la gran empresa francesa dedicada al comercio de la cultura (dicho esto desde la mejor ideal conceptual del caso), depara la poca agradable sorpresa de ver las góndolas tangueras bajo un cartel que dice “Música del Mundo”, que va llevando a otro que subtitula con mayor crueldad, “Música de Sudamérica”, hasta llegar al destino señalado. Hay una excepción. La sección discos que está en el 2º piso del edificio de calle Preciados casi Gran Vía y que alguna vez perteneció a la desaparecida gran tienda Galería Preciados (justo enfrente de la sucursal fundacional de El Corte Inglés hoy multiplicadas por cientos en el resto de España) tiene continuidad en el 3º, donde están las enormes góndolas de jazz y música clásica. Y allí, entre apellidos insignes de la historia de la música erudita, el tango vuelve a tener una solitaria presencia, la de Astor Piazzolla en un ítem denominado “Músicos Contemporáneos”.

Volver al 2º piso (los españoles dicen “planta”) y avanzar en la peregrina y placentera tarea de revisar las góndolas va entregando distintas reflexiones. Por caso aquella de la universalidad del tango. FNAC y todo su inventario (se repite, en Madrid) bien podría trasladarse a Buenos Aires y dejar contento al tanguero más exigente.

Hay para todos los oídos y sentimientos: tango prostibulario, guardia vieja, la gran etapa que va desde el ‘30 hasta el ’50 con el sello formidable del ’40, y la época moderna. Dos artistas, pronombres del tango, están lejos por encima del resto en materia de oferta de discos (CD’s). En varias góndolas encerradas por un orden abecedario por momentos discutible, Carlos Gardel y Astor Piazzolla ocupan varias hileras. Hay no menos de 30 CD’s del Morocho (todos distintos) y no menos de 25 para los fanáticos piazzolleros. El resto tiene números menores como se verá enseguida, con una muy pero muy extraña ausencia, la de Aníbal Troilo. No hay discos suyos en FNAC, y es más llamativo aún tratándose de un artista con muchos años de grabación en lo que era la RCA Víctor Argentina y cuyos catálogos siguen conteniendo a un Troilo inmortal. Y no fue la percepción de un momento.

El mismo día de esta tarea a manera de observador de TangoEsArte.com, tomé un café en la Gran Vía con Fernando Egozcue, el músico argentino radicado aquí en España y con quien charlé durante horas. Fernando acaba de estrenar su obra más ambiciosa por especial encargo del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música que depende del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte de España. Acompañado por la prestigiosa Orquesta de Cámara “Andrés Segovia” bajo la dirección de José Luis Novo, como autor y solista, Egozcue presentó su concierto para guitarra y orquesta de cuerdas. Introducir a Egozcue en el informe, además de la tan importante noticia que lo involucra, vuelve al tema original. También a él, genuino troileano de siempre, le llama la atención esa ausencia en las góndolas de FNAC.

Dicho ya lo de Gardel y Piazzolla los apuntes cuentan esta existencia: Julio de Caro (5 CD’s, distintos), Juan D’Arienzo (5), Osvaldo Fresedo (5), Osvaldo Pugliese (5), Roberto Firpo (4), Carlos Di Sarli (4), Susana Rinaldi (3), Pancho Lomito (3), Pedro Laurenz y Pedro Mafia (2), Francisco Canaro (2), Angel D’Agostino (2), Francini-Pontier (2), Alfredo de Angelis (2), Sexteto Mayor (2), Domingo Federico (1), Nuevo Tango Argentino (incluye artistas varios de Melopea como Adriana Varela, Roberto Goyeneche, Antonio Agri, Fernando Suárez Paz) (1), Franciso Pracanico (1), Francisco Florentino (1), Ada Falcon (1), Horacio Salgán- Ubaldo de Lío (1). Hay otros artistas con un solo disco pero la lista merecería algún comentario más. Es tan importante la falta de material de Troilo como la de Goyeneche, en especial toda su obra en RCA Víctor. El único material que se encuentra de Rodolfo Mederos es lo que grabó aquí en Europa sobre obras de Astor Piazzolla: “Tres Movimientos de Tango” y el Concierto de Nácar”. Es llamativo: en la Argentina el bandoneonista Mederos dice que es feliz con su vuelta a las fuentes tradicionales pero por aquí Piazzolla le sirve para acceder al mercado discográfico.

Una joya difícil de hallar en el Río de la Plata es un CD que va al fondo de la historia, que reúne varios conjuntos de principios del siglo XX y que en la tapa muestra un disco de 78rmp grabado en 1916 por un cuarteto llamado Atlanta, dirigido por Astor Bolognini, quien era muy amigo de Vicente “Nonino” Piazzolla; de ahí el nombre que este último le puso a su primer hijo, nacido en 1921, un bebé que fue inscripto y bautizando con el nombre de Astor Pantaleón Piazzolla. Sorpresas de una mañana soleada en la ciudad de Madrid, que en primavera es más linda que nunca y que, a pesar de no tener la importancia de Buenos Aires en cuanto al tango se refiere, sigue ésta (Madrid) siendo un punto de conexión tanguero entre Buenos Aires y Europa.

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